Existen básicamente dos formas de vernos a nosotros mismos. Una es como seres materiales que van por la vida ocupando un espacio finito que está a simple vista y llamamos cuerpo físico. Nos identificamos con este cuerpo y creemos que solo somos eso que se ve, que nació, crece, envejece y muere. Este cuerpo está separado de todo, y sólo puede por escasos minutos en la vida unirse a otro cuerpo en el acto sexual, que en realidad, materialmente tampoco es que se unan, sino que se acoplan de tal forma que es lo más cerca que pueden llegar a estar uno de otro.
Esta forma de percibirnos nos lleva a los "ponchazos" por la vida, ya que como estamos solos y separados de todo lo demás, estamos a merced de nuestras decisiones y reacciones para sobrevivir. Quien mejor reaccione al afuera, sobrevivirá mejor. Esta es una vida reactiva y a merced del mundo. Es una forma de vivir víctimas del mundo que ves, solitaria y desconectada.
La otra forma de percibirte, requiere que reflexiones y tomes consciencia del ser "sintiente y pensante" que eres, y darte cuenta que lo más verdadero de esta vida, lo que se siente más verdadero por sobre todas las cosas, es el amor. El amor no requiere cuerpos, ya que seguimos sintiendo amor por aquellos que ya no están. ¿verdad?
Si eliges tomar consciencia de que eres, independientemente de la forma cambiante de tu cuerpo, y que los lazos los tejemos independientemente de los cuerpos, sin romperse por la distancia física o el tiempo, comienzas a percibir otra dimension no material de tí mismo.
La ciencia, a través de la física cuántica ya ha demostrado que básicamente somos hologramas. Seres mentales en un universo mental.
Sin pretender explayarnos en esto, solo queremos proponerte que decidas recordar quien eres, con el vasto poder de que dispones. Un ser mental espiritual que no depende de un "afuera" para ser, sino que ES independientemente de lo que parezca estar sucediendo afuera.
Esta forma de verte, te conecta con el poder, con lo ilimitado de la unidad. Deshacer el ego es la consigna, es decir, dejar de creernos gotitas separadas y super especiales, para darnos cuenta que estamos siendo un océano ilimitado. Por ello comprenderás que lo que pienses y proyectes en el otro, lo estás pensando y proyectando sobre tí mismo; no es que la vida te "devuelva" sino que literalmente somos uno y lo mismo, pareciendo ser muchos.
Es verdad, parecemos estar separados, pero cuando decidas explorar la posibilidad de que esta no sea la verdad, estarás abriendo las puertas de tu mente a otro nivel de comprensión y a otro nivel de experiencias, las cuales sencillamente te alejaran del miedo de estar solo y de la falsedad de que estás separado de todo lo demás.
Disfruta tu experiencia de parecer un cuerpo, pero no creas que ese cuerpo eres tú, tampoco te tomes en serio el mundo que ves y conecta con ese ser que se siente dentro de ti. Hazle preguntas, entrégale tu día cada mañana, dile "te encargo mi día espíritu" y sólo déjate llevar y observa que que pasa. Jamás has estado solo ni lo estarás.
Decidirte a trabajar contigo es decidirte a ir a conocer este aspecto de ti, esta esencia que es lo más verdadero y con quien sí puedes identificarte.
Te animamos a que te zambullas en el viaje del auto-descubrimiento, que puede tener unos instantes movilizadores, pero te traerá años de alegría y paz interior.
Gracias por compartir tu tiempo con nosotras.
SoltaryCrecer
Tu camino para sanar
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