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Adriana Gutiérrez Lemus

Terapeuta en Decodificación Biológica

Mi nombre es Adriana Gutiérrez Lemus, nací en Uruguay un 8 de marzo de 1972. Estuve casada 11 años y tengo 3 hijos que son los amores de mi vida.

Pensando en la pregunta ¿Cómo llegué hasta aquí? me pongo a reflexionar y me pasa, como nos debe pasar a todos, que mirando mi vida en retrospectiva muchas cosas adquieren sentido, sentido que no tuvieron en su momento.

Mi madre fue la gran hacedora de mi transformación y de mi mayor aprendizaje de vida. Poquitos días antes de la navidad de 2010, un 20 de diciembre más precisamente, mis hermanos y yo nos enteramos de que ella tenía cáncer. El médico nos dijo “disfrutenla en las fiestas y que vuelva en enero”, con la gracia y empatía que solo ciertos médicos saben deleitarnos.

 

Mi madre, sin embargo, partió en noviembre de 2016. Y en todos esos años, anduvimos una senda hermosa, de autoconocimiento y re-conocimiento, que me hizo encontrar mi propósito en la vida.

La búsqueda que iniciamos juntas me llevó a aprender varias terapias alternativas, hasta llegar a la charla que brindó  Enrique Bourón, casualmente frente a mi trabajo, en mi horario de salida. Sentí que al fin había llegado a una suerte de destino, donde todo adquirió sentido y en 2014 complete mi formación como Terapeuta en Biología Total o Decodificación Biológica de Enfermedades.

 

Adquirió sentido entonces la pasión que desde chica he tenido por la biología. Pasión que me llevó a la Facultad de Ciencias, pero para la cual no encontraba aplicación concreta. Mi vocación de servicio no encontraba lugar en un laboratorio, yo nací para trabajar con personas y al cruzarse en mi camino este nuevo conocimiento, lo explicaba y amalgamaba todo.

 

Encontré una verdadera explicación a lo que sucede en todos nosotros, y eso voló mi mente. Cambió mi paradigma sobre la enfermedad y la salud. Es imposible transitar esta transformación personal sin que nos impacte espiritualmente, y hoy comprendo que soy mente y espíritu, que mi cuerpo no hace nada en sí mismo, porque no soy cuerpo. Soy mente, información, amor, energía, y si a ese nivel me desequilibro, el cuerpo solo acompañara ese estado de ser,  eso es lo que los cuerpos hacen.

El mismo año en que mi madre se fue, llego a mi vida mi amiga, colega y socia, Marcela Pardo, y juntas hemos trabajado para poner nuestro saber y experiencia a tu disposición. Si estas palabras resuenan contigo, te invito a que nos contactes y te saques todas las dudas que puedas tener. Existen muchos caminos de transformación personal y sanación de la enfermedad, podría ser el tuyo ya que no excluye a nadie.

 

Hoy creo que llegue hasta aquí, porque he sido guiada para ello. Encontré mi pasión, mi propósito y por eso me entrego de lleno a mis consultantes a quienes agradezco todas las enseñanzas que me brindan.

 

¿Que me motiva para seguir? Esto es lo que me hace feliz, le da sentido a mi vida y me sana cada día un poco más, ¿Qué mayor motivación para no ir a ninguna otra parte?

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