Si estás interesado en armar tu árbol genealógico aquí te dejamos algunos consejos de cómo hacerlo.
Ubicate tú en el centro, puedes armarlo hacia arriba a partir de tí, o hacia abajo. Si bien lo más común es hacerlo hacia arriba, hazlo como lo sientas. Hay quienes creen que poner todo el clan arriba de nosotros recarga la idea del peso que cargamos de ellos y al revés la idea de que en realidad nos apoyamos en todos los integrantes del clan. Cualquier forma está bien, hazlo como lo sientas.
Los triángulos serán los hombres y los círculos las mujeres. Las parejas las uniremos con una línea doble si hay un matrimonio entre ellos y una línea simple si es una unión amorosa sin casamiento. Los divorcios serán una línea doble con otra más pequeña que la corta transversalmente.
Los hijos se pondrán en orden de izquierda a derecha, y se contarán los abortos sea cual sea la causa. Estos se marcarán con una línea descendente que es cortada por dos líneas más pequeñas.
A cada integrante se le pondrá, si lo sabemos, el orden que tiene entre la generación. Es decir, si somos el tercer hijo de cuatro vamos a poner el nombre junto al triangulo o círculo según corresponda y pondre 3/4, esto es el tercero de cuatro embarazos. Si soy el tercero de cuatro hermanos vivos pero antes hubo un aborto, seré el 4/5, o sea el cuarto de 5 embarazos.
A cada integrante se le agregará su nombre y fecha de nacimiento y fallecimiento. También calcularemos la fecha de concepción, agregando tres meses a la fecha de nacimiento, este cálculo es más sencillo que restar los 9 meses del embarazo. Tener en cuenta si son embarazos más breves en este cálculo.
Anotaremos las fechas de matrimonios y se pondrán sobre las líneas dobles de las parejas. Lo ideal es llegar al menos hasta los bisabuelos, pero si tienes más información ¡bienvenida sea!. Siempre se puede pedir las partidas de nacimiento y hacer la investigación de aquellas personas que nos falten.
Anota también los secretos familiares, esas historias que la familia cuenta sobre alguno de sus integrantes. Llamamos secretos a las infidelidades, los suicidios, las quiebras financieras, las adicciones, las enfermedades, los abandonos, abortos y uniones forzadas. Por supuesto los secretos incluyen los abusos sexuales, las violaciones o todas esas historias que la familia sabe pero no se comentan porque son causa de vergüenza. Esos son los secretos que programan decisiones inconscientes en la descendencia, por ellos vamos a mirarlas.
La mirada al árbol siempre es desde el amor, la comprensión y nunca desde el juicio. Cuando estamos juzgando somos parte de un bando de la historia, y así nos negamos la posibilidad de comprender, de liberar culpas, y de echar luz sobre la historia familiar. Al juzgar nos estamos negando a nosotros mismos la posibilidad de sanar.
Conocer nuestro árbol familiar es un recurso de sabiduría y sanación que vale la pena explorar.
Gracias por compartir este tiempo con nosotras!
Soltar y Crecer
Tu camino para sanar.
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